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La desigualdad puede frenar los avances tecnológicos

Puede que nuestros lectores estén acostumbrados a leer noticias de tecnología, tutoriales de programas, cursos online y muchas otras cosas que solo se relacionan con el mundo de las comunicaciones, solo que esta vez me llamó la atención, unas palabras del sucesor de Carl Sagan, que enfatiza que la educación y la ciencia representada en la tecnología, son la mejor arma contra el fanatismo religioso. 

Partiendo de la noción que la ciencia no es solo un conjunto de información que se puede ignorar o apartar, eso es imposible ¡la ciencia es la vida! La gente no se comporta de modo irracional porque quiere, los seres humanos así como comunidades enteras actúan de modo irracional cuando se sienten olvidadas. En el mundo existen personas que han hecho de la innovación un modelo de hacer riqueza. Algunos de ellos no eran buenos en matemáticas o en la ciencia, pero fueron especializados en otras áreas, algo que la educación ha descartado totalmente. 

En este mundo hay dos tipos de verdades, las reales porque las sientes y las puedes verificar cuando quieras y las verdades objetivas, esas son las que existe independientemente si las sientes o no, sabemos que la teoría de la relatividad expuesta por Einstein es una verdad quieran o no creerla. Sin embargo, las religiones son verdades personales y para conseguir que alguien crea esa verdad se debe adoctrinar ya sea por convencimiento o a la fuerza. Así han surgido muchas guerras y ha sido la defensa de una creencia, las que han evitado el desarrollo paulatino de las tecnologías. 

La educación de la mano con la disciplina puede lograr un hito en la tecnología, para esto se forman los verdaderos líderes, los ilustrados y no corruptibles. La corrupción en muchos países ha liquidado las mentes brillantes, es posible que estos momentos el próximo Albert Einstein se esté muriendo de hambre en Etiopía, luchando para sobrevivir y no para brindarle al mundo una luz de esperanza, hay que apoyar la primera infancia, cosa que un buen estado desligado de lo eclesiástico podría lograr. 

Tal vez podamos compartir esta postura y esperar más de la tecnología, que de las oraciones, que esperemos más de la ciencia que de los sermones, y que tal vez podamos esperar más de nosotros mismos que de las fuerzas sobrenaturales. Lee también: (6 libros que deberíamos leer vinculados al software libre)